Nuestra historia

En 2020 decidimos dar un cambio a nuestras vidas, somos una joven pareja de ciudad y buscábamos poder vivir del campo de una manera sostenible, sin dañar ni a animales ni a nuestro entorno, sino queriendo mejorar todo lo que nos rodeaba. Ese sueño nos llevó a descubrir la apicultura, un trabajo duro y sacrificado pero con muchas satisfacciones. Poder cuidar y reproducir nuestra raza autóctona de abejas, la abeja negra ibérica, casi en peligro de extinción, es una sensación fantástica que además nos recompensa con una exquisita miel de la más alta calidad. Nuestro propósito es que cada año haya mas flora, por eso replantamos y sembramos árboles, arbustos y flores típicas de nuestra sierra para que no les falte de nada, ni a nuestras abejas ni a nosotros, ya que sin ellas quedarían sin polinizar el 70% de los alimentos vegetales que consumimos, tanto nosotros como los animales herbívoros de los que nos alimentamos también. Sin abejas no hay vida, y no podemos permitirlo! El amor y la delicadeza con la que cuidamos a nuestras abejas se nota en la miel que nos regalan en cada cosecha, haciendo que sea deliciosa e infinitamente sana.

Nuestras abejas ibéricas disfrutan de decenas de hectáreas en dehesas de la sierra de Huelva, sin pesticidas cerca, rodeadas de naturaleza, aire puro y de unas floraciones ricas y variadas. Son tratadas con el máximo respeto y delicadeza, ya que nuestra prioridad es seguir aumentando la población y proteger así nuestro entorno.

Ofrecemos miel cruda de la más alta calidad. No alimentamos artificialmente a nuestras abejas ni hacemos ningún tipo de proceso a la miel, está extraída y filtrada, sin calentar y sin añadidos, para que nuestro clientes disfruten de la pureza de la miel en todos los sentidos y manteniendo todas sus propiedades intactas.